Freno motor
El freno motor es el resultado de emplear la fuerza de oposición al movimiento que provoca el propio motor del coche con el objetivo de reducir la energía de avance que el vehículo genera. O, dicho de otra forma, el empleo del peso del motor para decelerar el avance del vehículo y lograr de ese modo su frenada.
Gracias al freno motor se circula de un modo más eficiente y se reduce el desgaste de los frenos.
Poniendo un ejemplo más visual para conocer el impacto del freno motor, al conducir en segunda o en tercera, si soltamos el pedal del acelerador el vehículo tiende a reducir su velocidad de manera importante. Todo ello es producto de que la presión que ejerce la caja de cambios es mayor que la velocidad que el coche puede conseguir en esa marcha. Esto no sucede, en cambio, si se circula en cuarta o en quinta, ya que dicha relación se invierte.
Cómo utilizarse
El uso del freno motor debe ser el siguiente:
Frenar ligeramente con el pedal del freno el coche.
Reducir la marcha con la palanca de cambios o con las levas si es que el cambio es automático.
Observar la reacción del coche en relación con su velocidad.
Cuándo utilizarse
En cuanto a en qué casos emplear el freno motor, la DGT recomienda que se emplee en descensos muy prolongados, como puede ser al bajar un puerto de montaña.
Mediante el empleo de marchas cortas nos aseguraremos de que el coche no se embale y solo haya que pisar el freno de vez en cuando, para no abusar de él y desgastarlo.
En caso de bajadas prolongadas, estar pisando el freno todo el rato supone un gran desgaste.
Eso sí, en ningún caso el freno motor sustituye al pedal del freno a la hora de detener un coche y, menos aún, en situaciones de emergencia.
Así, el empleo del freno motor tiene beneficios como:
Ahorro. Sirve para minimizar el desgaste de los discos y de las pastillas de freno, al igual que el de los discos de embrague.
Comodidad. La frenada que ocasiona el freno motor se desarrolla de una manera suave y natural. Asimismo, transmite una sensación de control sobre el vehículo, especialmente, tal y como hemos comentado, en aquellas situaciones en las que hay que conducir en una pendiente descendente.
Seguridad. Si nos vemos obligados a enfrentarnos a una frenada de emergencia, es imprescindible pisar el pedal del freno hasta el fondo. No obstante, es importante tener en cuenta que la distancia que exigirá el vehículo para detenerse por completo será bastante menor si el sistema de frenado se encuentra potenciado en ese instante por el freno motor, lo que puede ahorrarnos un accidente.
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